¡Hasta el lunes!
¡Les mando besitos de amor!
Twitter: @LlaveDeCristal
Capitulo 3.
No podía decir si la sensación de ardor en mi pecho tenía
que ver con el aspecto encapuchado que Peter me estaba dando o con el recuerdo
del primer Jack con Coca que termine como si fuera agua.
Un camarero llego antes las señas de Peter, y me tome un
momento para darme una charla silenciosa mientras el pedía una bebida.
-¿Lali? –Pregunto Peter
Su voz envió escalofríos a través de mi.
Me miro, y luego al camarero, quien resulto ser el chico de
antes.
Abrí la boca para pedir otro Jack con Coca, pero el camarero
me detuvo con una mano en mi hombro. –Recuerdo Jack con Coca, ¿Cierto?
Asentí con la cabeza y me lanzo un guiño sonriente. Hice una
pausa por un momento preguntándome como sabía mi pedido. Estaba bastante segura
que la chica camarero me había servido el ultimo. Seguía sonriendo hacia mí, así
que me obligue a hablar. –Gracias, eh...
-Brandon –dice.
-Gracias, Brandon.
Echo un vistazo a Peter, y a continuación, se centro de
nuevo en mi.
-¿Debo decirle a tu amiga allí que regresaras luego?
-Oh, bueno, claro, supongo.
Sonrió en respuesta, y se quedo allí mirándome, fijamente,
durante unos segundos antes de volverse para regresar a la barra. Sabía que tenía
que mirar a Peter de nuevo, pero me aterraba derretirme en un charco de
excitación si me encontraba con aquellos ojos magníficos de nuevo.
El dijo: -¿Sabes? A veces me pregunto si Desdémona era tan inocente como aparentaba. Tal vez ella sabia el
efecto que tenia sobre los chicos, y disfrutaba poniéndolos celosos.
Me encontré con sus ojos estrechados, estudiándome.
Me trague mis nervios y lo estudie también.
-O tal vez solo se dejo intimidar por la intensidad de Otelo, y no sabía cómo hablar con él. La
comunicación es clave después de todo.
-Comunicación, ¿Eh?
-Podría haber resuelto mucho de sus problemas.
-En ese caso, voy a tratar de ser lo más claro posible.
–Tomo su silla y la coloco a escasos centímetros de la mía. Se escabullo a mi
lado y dijo-: Prefiero que no vayas de nuevo con tu amiga. Quédate aquí
conmigo.
Traga Lali. Me
dije. Tienes que tragar o si no podrías
empezar a babear.
-Bueno, mi amiga está esperando. ¿Qué vamos a hacer si me
quedo?
Extendió una mano y empujo mi pelo sobre su hombro. Su mano
se deslizo por mi cuello, haciendo una pausa en el punto de mi pulso, el que
debe haber estado volviéndose loco.
-Podríamos hablar de Shakespeare. Podemos hablar de lo que
quieras. Aunque no puedo prometer que no me distraeré en tu hermoso cuello.
–Sus dedos viajaron a través de mi mandíbula hasta llegar a la barbilla, que
saco un poco hacia adelante con la presión de su dedo índice- O tus labios. O
tus ojos. Podría atraerte con historias acerca de mi vida, como Otelo hacia con Desdémona.
Ya estaba suficiente cortejada. Mi respuesta fue
vergonzosamente entrecortada. –Prefiero no hacer paralelos entre nuestra noche
y una pareja que termino con un asesinato/suicidio.
Sonrió, y su dedo cayó de mi barbilla. Mi piel quemo donde
me había tocado, y tuve que parar de inclinarme hacia adelante para seguir su
toque.
-Touche. No me importa lo que hagamos, siempre y
cuando te quedes.
-Está bien. –Estuve inmensamente orgullosa de haber logrado
una respuesta calmada en lugar del “Santo
Dios, si, voy hacer todo lo que me pidas” que está reproduciendo en mi
mente.
-Tal vez debería quedarme a fuera de mi apartamento mas a
menudo.
Preferiría encerrarnos a ambos dentro, en realidad.
Mi bolsillo empezó a vibrar, y me apresurar en teléfono
antes de que mi embarazoso tono de boy
band sonara.
-¿Si?
-¿Te has caído dentro o qué?
Era Eugenia.
-No, Euge, no lo hice. Oye ¿Por qué no solo vas a casa sin mí?
Los ojos de Peter se oscurecieron, y mi respiración se engancho
cuando su mirada cayó a mis labios.
-No te saldrás de esto, Lali. Vas a follar esta noche aunque
tenga que hacerlo yo misma.
Dios, ¿Podía ser mas gritona? Pensé que Peter tuvo que
haberla oído hablar, pero sus ojos no se apartaban de mis labios.
-Eso no será necesario, Eugenia.
Trate de pensar en una forma criptica para decirle que ya
había encontrado a mi chico, cuando oí una toma de aire, seguido de un “OH. MI. DIOS”
Mire por encima del hombro de Peter a tiempo para ver como
la sonrisa de Eugenia se ensanchaba, y el gesto crudo de mano que siguió.
-Sí, está bien, así que hablare contigo as tarde, Eugenia.
-Seguro que lo harás. Te llamare y me dirás cada precioso
detalle.
-Ya veremos.
-Mejor que veas mucho esta noche, cariño. Espero que tus ojos
se abran completamente después del encuentro de esta noche.
Mmaaass
ResponderEliminarohhh jajaja
ResponderEliminarohh maasss me encantaaaa
ResponderEliminarrecien me vino el internet por eso no firme ayer espero el del lunes bss noe
ResponderEliminarjajajaja
ResponderEliminares una loca euge, me hace reir
besos @ari_stafe